Este caldo de pollo nos puede servir tanto de base para preparar otros platos (risotto, cus cús, etc.), como para servirlo como consomé o como sopa con unos fideos. Nosotros hacemos en cantidad y congelamos en porciones de 200 ml aproximadamente.
El caldo base, al igual que el fumet, tiene múltiples formas de hacerlo: más ligero o más concentrado, más o menos elaborado… El que os ponemos a continuación es un caldo base sencillo y ligero, pero que podremos modificar a nuestro gusto o necesidades.
Ingredientes
- 2 litros de agua
- 1 carcasa de pollo
- 1 hueso de espinazo de cerdo
- 1 zanahoria
- 1 pimiento verde
- 1 cebolla
- 1 hueso blanco salado
- 1 cucharadita de caldo de concentrado casero (opcional). Nosotros no le ponemos. Solemos comer casi sin sal, y con el sabor que le aporta el hueso salado nos gusta.
Elaboración en olla tradicional
- Echamos todos los ingredientes en una olla grande.
- Llevamos a ebullición y bajamos a fuego lento durante 45-60 minutos.
- Retiramos las verduras y colamos el caldo.
- Servimos lo que vayamos a utilizar y congelamos el resto. O directamente congelamos todo y vamos tirando de congelador conforme lo vayamos necesitando.
Variantes
- Echar media pechuga o un muslo de pollo a la cocción. Nos saldrá un caldo más concentrado y además podremos usar ese carne para elaborar croquetas.
- Si añadimos un par de patatas, también le daremos más consistencia al caldo.