Hoy era una tarde de ésas en las que haces mil cosas mientras los bebés duermen 🙂 Y entre las mil cosas estaba este bizcocho improvisado. Está basado en el bizcocho de yogur y limón, quisimos seguir sus medidas pero cambiando el limón por 2 zanahorias. Lo que no esperábamos es que iba a ser un bizcocho de olvidos: con tanto ir y venir, olvidamos la medida de aceite de oliva y la de azúcar. Pues bien, aun así, ¡nos ha encantado! Os contamos:

Ingredientes

• 1 yogur natural sin edulcorar
• 1 sobre de levadura química
• 3 huevos
• 3 medidas de harina integral
• 2 zanahorias**
• 1 cucharadita de canela
• Para decorar: semillas de sésamo, azúcar o azúcar glass
• (Opcional) 1 pizca de bicarbonato
•  ** Estamos deseando probar este bizcocho con estas variantes: 1 boniato ó 100gr de calabaza aproximadamente.

Preparación

Tradicional

• Precalentar el horno mientras hacemos la mezcla (10min aproximadamente):
• En la batidora batimos todo excepto la harina: yogur + AOVE + azúcar + levadura + huevos + zanahorias (las podéis rallar antes de incorporarlas a vuestra batidora si ésta no es muy potente).
• Una vez tengamos una mezcla homogénea, se añade la harina preferiblemente tamizada con la ayuda de un colador para evitar grumitos indeseables. Además, así saldrá mucho más esponjoso. Mientras añadimos la harina no pararemos de remover con unas varillas, bien a mano o bien con las varillas de la batidora.
• Al final podemos añadir una pizquita de bicarbonato para potenciar el efecto de la levadura.
• En un molde apto para el horno ponemos un papel vegetal o papel de horno y echamos la mezcla. Si no tenéis papel, podéis untar el fondo y las paredes con aceite de oliva y espolvorear un poquito de harina para que no se pegue.
• Hornear a 180º durante 30 minutos. Esto depende de vuestro horno y del molde que escojáis, así que una vez pasados estos 30 minutos, pinchad el centro del bizcocho con un cuchillo y cuando salga totalmente limpio, es que el bizcocho ya está listo.
• Dejar enfriar sobre una rejilla unos 10-15 minutos (así el aire sigue circulando y evitamos que se reblandezca la parte de abajo).