Esta receta es de mamá María. Una de ésas que está en sus libros de cocina #detodalaVida. Ella la ha ido modificando con el tiempo según las preferencias familiares: menos yemas para que no sepa tanto a huevo y el rebozado con pan rallado y harina. ¡Están de vicio! Un postre típico de Semana Santa que ella hace también para los eventos familiares.
Ingredientes
- 1/2 litro de leche
- 40 gr de mantequilla ó 40 gr de AOVE
- 50 gr de azúcar
- 3 yemas
- Aceite de oliva virgen extra para freír
- Rebozado: Pan rallado, harina y 1 hiuevo entero
- Azúcar y canela en polvo para decorar
Preparación
Tradicional
- Mezclar en un bol la leche, el azúcar y las yemas.
- Mamá María las hace con mantequilla, así que el paso es echar los 40 gr de ésta en un cazo a fuego bajo hasta que se disuelva (si es con aceite, echar directamente y esperar a que esté caliente sin llegar a hervir).
- Añadir la harina a la mantequilla o al aceite y rehogar unos minutos hasta que tome color.
- Verter la mezcla de leche, azúcar y yemas poco a poco. Y remover de forma continua.
- Dejar cocer a fuego suave de 15 a 20 minutos; una vez cocida, extender la crema en una fuente ligeramente humedecida con agua (procurar que quede de 1 cm de grosor) y dejar enfriar.
- Cortar la crema de lecha cuajada a cuadritos; pasarlos por harina, pan rallado y huevo batido y freírlos en abundante aceite de oliva caliente.
- Colocar sobre una servilleta para quitar el excedente de aceite una vez que ya estén fritos.
- Rebozarlos en un plato con azúcar y canela en polvo (o espolvorear).
Variantes y Consejos
- Si queréis hacer más cantidad, mamá María echa las proporciones dobles, excepto el huevo: para 1 litro de leche, echa 4 yemas.
- Si os gusta mucho el sabor del huevo, la receta original son 4 yemas para 1/2 litro de leche.
- La leche frita es como las croquetas: podéis congelarlas una vez rebozadas y sacarlas al gusto. Lo mejor para congelarlas y que no se apelmacen, es congelarlas sobre una tabla de cortar de plástico metida en una bolsa una vez que las cortamos en cuadraditos. Pasadas 24 horas, sacamos la tabla del congelador y echamos las porciones en una bolsa de congelar, ¡y ya están listas para sacarlas según las que necesitemos!