Salimos 1 vez a la semana para hacer la compra, y volvemos en el más profundo estrés: la gente no respeta las distancias en los pasillos, van a coger los mismos productos todos a la vez, incluso el otro día la cajera nos dijo antes de entrar que nos echáramos gel de alcohol y nos pusiéramos unos guantes aunque ya llevásemos puestos (así se evita dejar los bichitos que traigamos de casa en el súper) y tres señoras bastante mayores se pusieron los guantes hombro con hombro. Que a la sugerencia de la cajera de mantener la distancia de seguridad, respondieron «no se preocupe, si nos conocemos». Después están los que no se cambian nunca de guantes (que es casi peor que no llevar nada), porque van llevando bichitos de un sitio a otro y se creen ultra-protegidos, con lo cual no siguen las recomendaciones porque ya con la mascarilla y los guantes pensamos que está todo hecho. Os dejamos un post sobre el buen uso de guantes y mascarillas, por fi, leedlo.

Y es que, va a ser difícil. Es cambiar los hábitos de toda una vida por otros que nunca nos habíamos planteado: higiene, distancias, salir a la calle de otra manera,… A esto le sumamos los incrédulos y los opositores del sistema, y tenemos mucha gente en la calle haciendo que los confinamientos y los esfuerzos no sirvan para reducir o aplanar la curva.

Sobre todo esto también escribió la farmacéutica y experta en seguridad alimentaria Gemma del Caño hace un tiempo en twitter y en este artículo han recopilado el fantástico hilo que escribió sobre estos puntos:

1 – No te toques la cara, no te toques la cara, no te toques la cara.

2 – Hablar por el móvil

3 – Tocarte la mascarilla

4 – El lío de los guantes

5 – Marcha atrás en el pasillo

6 -Dos por uno

7 – La lista de la compra

8 – Carros y cestas

9 – ¡Que si quiere bolsa!

10 – La zona más crítica del supermercado

11 – Sonríe, es gratis