Nosotros, durante mucho tiempo, llamamos a este tipo de bodies (con perdón), body-putada 😂 Nos parecía súper incómodo ponérselos a nuestros pequeños cuando son tan renacuajos que como no lo hagas rápido se agobian dentro del body un montón. Es como: ¡sácame de aquí yaaaaa! Y tú intentando ir a todo trapo, cada vez encuentras más impedimentos y los nervios van aumentando 😂 Y es que como dice el refrán: «Vísteme despacio, que tengo prisa».
Sin embargo, también tienen algo bueno… ¡cuando lo descubres! Y es que cuando de repente explotan y tienes la típica caca amarilla del lactante por toooodos lados, estos bodies se pueden quitar por abajo. ¡Sí, sí! Por abajo. Gracias a los plieguecillos superiores como bien demuestra esta madre enfrentándose a un tsunami de caca, o como dice nuestro enano más enano: un cacón 🙂