Estamos rodeadas de muy buenos amigos, de todas las disciplinas, a cada cual más cualificado. Algunos de ellos son fisioterapeutas y desarrollan su actividad en Jaén. Ellos nos desaconsejaron desde siempre el uso tanto de andadores como de tacatás, desde que nacieron nuestros bebés. No es sólo por el riesgo de accidentes, sino también por problemas relacionados con el desarrollo de los peques:
Según Mi pediatra online y Lucía, mi pediatra, aumenta el riesgo de sufrir accidentes porque conceden «al bebé una movilidad excesiva, que aún no controla y que le permite hacer cosas que no está preparado para reconocer como peligrosas». Por ejemplo:
– Caída con el andador o tacatá por las escaleras (este riesgo se multiplica por 4).
– Doble riesgo de sufrir traumatismo craneoencefálico: que se vuelque el tacatá, que frenen con la cabeza, etc.
En cuanto a alteraciones en su desarrollo, hay que tener en cuenta que usan el andador en una etapa en la que deberían estar en el suelo gateando, reptando, descubriendo, probando a levantarse, etc, etc. El andador y el tacatá se saltan esta fase y además, obligan al niño a estar en una postura para la cual todavía no está preparado, estableciendo «unos puntos de equilibrio erróneos» que seguramente retrasarán el comenzar a caminar por sí solo: si no llegan al suelo y lo utilizan de puntillas hacen que se fortalezcan más unas zonas que otras favoreciendo el desequilibrio de la musculatura de las piernas, si le cuelgan las piernas estamos fomentando la inmadurez de las caderas,…
Esto es sólo un breve resumen de lo que ambos pediatras recomiendan en sus respectivos artículos. Así que os animamos a leerlos y os recomendamos pasar del uso del taca-taca, por muy cómodo que os pueda resultar.