Un conocido refrán invita a desayunar como reyes, comer como príncipes y cenar como mendigos. Pero no es el único dicho que propone convertir la cena en algo frugal y simbólico, por lo que no debería extrañar que muchas personas consideren fundamental cenar de forma ligera. De entre sus motivaciones se encuentra la de prevenir la obesidad, tal y como se aborda en el presente artículo, que pretende responder a esta cuestión: ¿tiene sentido saltarse la cena si se quiere controlar la evolución del peso a largo plazo?