
Extracto del artículo de El Comidista
«La pasta de dátiles se ha puesto de moda como alternativa ‘healthy’ al azúcar en los postres, pero por mucho que la uses o compres productos que la lleven no vas a comer dulces más saludables.
Aún estamos superando el mito de que la bollería y los postres caseros son mucho más saludables que los industriales —pero no; como mucho podemos decir que controlas la calidad de los ingredientes— y llega el cuento de que, si usas materias primas saludables que tienen azúcares de forma natural, vas a tener un postre saludablemente dulce. ¡Ponle dátiles y a disfrutar!
La propuesta de cambiar el azúcar de mesa por dátiles con el objetivo de conseguir el ansiado sabor dulce, evitando en teoría, los efectos adversos que tiene el azúcar sobre la salud empezó a popularizarse en las redes sociales. Aunque el punto de partida es lógico —si los dátiles son saludables, un postre hecho con ellos debe de serlo también—, la ecuación es más compleja.
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¿Cómo se traduce esto en tus habilidades reposteras o tu cesta de la compra? Sobre lo primero: si quieres hacer un postre guarrindongo, hazlo. Es mejor que disfrutes de vez en cuando de unas galletas, una mousse o una tarta sabiendo que es una ocasión especial, a que comas cada día versiones caseras supuestamente saludables solo porque has cambiado el azúcar blanco por dátiles pulverizados o zumo de naranja, lima y maracuyá: la pulpa aniquilada de la fruta no computa como fruta; es azúcar».