Como os dijimos una vez, hay varias cosas que no pedimos nunca cuando comemos fuera porque las comparaciones son odiosas 🙂 Una de ellas es el lomo de orza, ¡porque como el de la abuela Sony, todavía no hemos probado ninguno! Os dejamos la receta, que realmente es de la bisabuela Juana, para que degustéis de esta tapilla estupenda en casa.
Por cierto, ¿sabéis por qué se llama «de orza»? Pues porque antes, una vez cocinado, se almacenaba en una orza de barro donde se dejaba enfriar para que la manteca se solidificara.

Ingredientes
- 1 kilo de cinta de lomo de cerdo
- 1/2 cabeza de ajos con piel
- Especias: pimentón dulce, pimentón picante, orégano y pimienta
- 1/2 vaso de vinagre
- Aceite de oliva virgen extra (AOVE)
- Manteca de cerdo
Preparación
- Partimos la cinta de lomo a lo largo, es decir, a la mitad longitudinalmente. Después la cortamos transversalmente, haciendo tacos de 3-4 cm aproximadamente. Han de quedar todos parecidos para que se maceren al mismo tiempo.
- Preparamos un majao que, por experiencia, es mejor no usar el mortero porque se nos quedaría pequeño (a no ser que tengáis uno grandecillo). La abuela lo hace en el vaso de la batidora. El majao lleva:
- 1/2 cabeza de ajos con piel asada en el microondas. El tiempo de cocción es en modo madre: una vez que empecéis a oler a ajo, podéis parar el microondas, sacar los ajos y pelarlos una vez se enfríen.
- Al gusto: pimentón dulce, pimentón picante, orégano y un poquito de pimienta.
- 1/2 vaso de vinagre
- Añadimos el majao a un recipiente de cristal.
- Seguidamente, colocamos los trozos de lomo en un recipiente de cristal de tal forma que no se toquen mucho los unos con los otros para que todas sus partes se impregnen bien del majao. NO es necesario que queden totalmente cubiertos porque los días que los dejaremos macerando sueltan jugo, más o menos han de quedar a la mitad (si veis que os falta majao, se le puede añadir algo de agua al vaso de la batidora para aprovechar los restos del majao, y añadir).
- Se dejan macerar en el frigorífico de 4 a 6 días. En este tiempo, cada día, les daremos la vuelta a los trozos para que se impregnen bien con el adobo.
- Una vez pasado este tiempo, se fríen los trozos por todas sus partes sellando bien los tacos de lomo para que llegue bien el calor al interior: en una sartén calentaremos el AOVE, junto con el jugo del majao, y freiremos los tacos a fuego medio-alto, cuidando de que el fuego no sea excesivamente alto, ya que si no, se tostarán por fuera y quedarán crudos por dentro. El lomo no debe quedar muy hecho, una vez que lo veamos dorado por fuera, siguiendo las anteriores indicaciones, podremos retirarlo del fuego.
- Una vez fritos, los colocamos en un recipiente de cristal que cubriremos con:
- el aceite de oliva en el que hemos frito los tacos
- y completar para rellenar el recipiente o bien solamente con AOVE (como en la foto de arriba), o bien con la mitad del recipiente de manteca y la otra mitad de AOVE (en la familia lo hacemos así para que no quede tan mantecoso).
- ¡Y ya lo tenemos listo!
- Ahora, cada vez que queramos una tapilla, lo que haremos será sacar un taco, partirlo en trocitos muy finos y bien darles un calentón en el microondas o en una sartén vuelta y vuelta.
- El consejo de la abuela Sony es que, si lo hacemos con manteca, cada vez que saquemos un trozo, rellenemos el hueco con AOVE para evitar que se nos deteriore.
