Hace mucho tiempo que empezamos a hacer las alitas de pollo al horno, al igual que las albóndigas (tanto de pescado como de carne). Hemos conseguido en este tiempo que nos salgan igual de jugosas que cuando las hacemos fritas y que no tengan nada que envidiarse las unas a las otras 😋 Os ponemos las dos opciones más celebradas en casa para aliñarlas.

Ingredientes 4 personas

• 10-14 alitas de pollo sin punta (saldrán la mitad de blanquetas -que nuestros hijos llaman muslitos- y la mitad de alones, es decir, 20-28 piezas en total)
• Opción 1 para aliñar al gusto: unas horas antes de introducirlas en el horno, las vamos a aliñar con aceite de oliva virgen extra (AOVE), zumo de limón y aliño de pinchitos (nosotros lo compramos en la carnicería del barrio, y podéis encontrarlo en cualquier supermercado).
• Opción 2 para aliñar al gusto: unas horas antes de introducirlas en el horno, las vamos a aliñar con aceite de oliva virgen extra (AOVE), tajín (una especia mexicana en polvo hecha con una sencilla mezcla de chile, limón y sal de mar) y lemon pepper (una combinación de pimienta negra partida y cáscara de limón seca).

Preparación

• 3-4 horas antes de cocinar las alitas, las aliñaremos con alguna de las dos opciones que os hemos ofrecido:
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• Precalentamos el horno a 200ºC durante 10 minutos.
• Colocamos las alitas en una bandeja de horno sobre papel sulfurado (especial para horno) o directamente sobre la bandeja y las introducimos en el horno primero por una cara durante 30 minutos. Les daremos la vuelta una vez pasado este tiempo y cocinamos durante 30 minutos más.
• Una vez se hagan por ambos lados, ponemos el ventilador del horno y las dejamos cocinar durante 5-10 minutos más para que queden crujientes. Este tiempo dependerá de la potencia de vuestro horno.
• ¡A disfrutar!